En el mundo del packaging hay términos como embalaje, empaque y envase que a menudo se confunde y se utilizan de forma intercambiable. Aunque tienen algunos rasgos en común, también hay variaciones en su significado.
Desde Comosa Strapp, expertos en maquinaria para embalaje, hemos preparado un artículo para contarte todas las diferencias.
¿Qué es el embalaje?
La expresión “embalaje” hace referencia al formato que protege la carga durante el almacenamiento, la manipulación y el transporte del producto. Tiene un fin de carácter temporal.
Por ejemplo, de forma habitual existen riesgos para la integridad del producto de diferente tipología. Entre los más comunes destacamos golpes, factores climáticos, manipulación incorrecta por parte del operario, contaminación e incluso robo de la mercancía.
Con el fin de evitar esos problemas, el embalaje cuenta con el sistema de protección más adecuado para su contenido.
Además, suele cumplir otras funciones secundarias como la identificación del producto o favorecer su manejo.
Características del empaque y el envase
A diferencia de lo que acabamos de comentar, el empaque es un envoltorio de carácter secundario. Se encuentra a medio camino entre el embalaje y el envase. La mayoría de ocasiones tiene la función de agrupar unidades de envase, como el típico cartón que envuelve las 3 latas de atún.
Y, para acabar, el envase es el contenedor o recipiente del producto principal, que está a tocar con él. Los ejemplos son innumerables, en función de las propiedades del artículo: botellas, sobres, cajas, etc. Básicamente aseguran la integridad del contenido. Suelen ser ergonómicos.
Entonces, ¿cuál es el sistema de embalaje que mejor se adapta a las necesidades de tu empresa? Déjanos asesorarte y acompañarte en el proceso.
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