No todas las clases de embalaje son iguales. De hecho, la forma más aceptada de clasificarlos se divide en 3 tipos: embalaje primario, secundario y terciario.
¿A qué se refiere cada uno de ellos? En Comosa Strapp, como especialistas en sistemas completos de embalaje para empresas, resolvemos esta y otras dudas en el artículo.
Diferencias entre las diferentes clases de embalaje
A continuación expondremos qué función cumple exactamente cada clase de packaging.
Para empezar, cuando hablamos de embalaje primario, nos referimos al que está en contacto directo con el producto y se encarga de ofrecer la primera capa protectora.
Algo que diferencia a este tipo de packaging es que también debe estar pensado para atraer al cliente y tener un diseño que capte su atención, ya que al fin y al cabo es el que decidirá si lleva a cabo su compra o no.
Después, el embalaje secundario es el encargado de proteger el producto en el transporte de la fábrica hasta el establecimiento comercial o casa del cliente. Por lo tanto, también tiene la misión de mantenerlo en todas las condiciones de seguridad necesarias durante el trayecto, y en el montaje y desmontaje del medio de transporte.
Algunos ejemplos de ello son el fleje (y todos sus componentes), así como el film retráctil, que se colocan por medio de flejadoras y envolvedoras.
Y, en último lugar, el embalaje terciario es el que envuelve tanto al primario como al secundario. Su función principal es agrupar un número predeterminado de artículos para favorecer su manipulación y que sea más cómodo.
En Comosa Strapp somos muy conscientes de la importancia que tiene cada clase de embalaje. Por eso, nos dedicamos a ofrecer soluciones para todos los tipos de packaging, proporcionando maquinaria especializada.
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